
Este templo, aunque de pequeñas dimensiones es de un gran interés por su conservación, su simplicidad, la severidad y la pureza desu estilo. Su construcción es de una perfección que se encuentra rara vez en los monumentos de esta época. El estilo es corintio próstilo y hexástilo. Sus columnas de una bella proporción, los capiteles tallados en mármol blanco, asi como las basas que reúnen la sencillez y la belleza. El cornisamento es uno de los mas sencillos del orden corintio y no lleva ni dentículos ni modillones. El friso, ejecutado de un modo admirable, está compuesto de grifos, de adornos y candelabros de muy buen efecto y que ofrecen mucha variedad. En una palabra, este templo es uno de los tipos más bellos de arquitectura corintia. Descansa sobre un estilóbato, disposición que se encuentra en los templos primitivos y que fue generalmente adoptada desde el tiempo de Domiciano, cuyo reinado tocaba ya los últimos bellos días de la arquitectura.
Su construcción fue ordenada por Antonino Pío a la muerte de su esposa Faustina la Mayor en 141 d. C. El emperador a menudo decía que habría preferido vivir con ella en el desierto que sin ella en el palacio. Pocos años después, en el 161, muere el emperador y el Senado, al divinizarlo, consagra el templo a la pareja imperial. En el siglo XI se transformó en la iglesia de "San Lorenzo de Miranda".
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